La Religion ¿Une o divide?

Necesidad de la Religión

El tema que aquí nos ocupa es la religión, su definición; la problemática que plantea en la sociedad el concepto de religión. Si une o divide a los hombres, si hay realmente una necesidad de que la sociedad humana tenga una religión, profese un credo.

Cuando, por ejemplo, escuchando las noticias, nos enteramos de que han habido en Israel, tres atentados consecutivos; todos pensamos después de lo que ocurrió, si la religión une o divide a los hombres. En muchas ocasiones, sabemos, el hombre inspirado en la religión roba, saquea y mata. Produciendo así, por supuesto, una gran brecha entre los hombres que tratan de convivir en el mundo.

Pero el análisis debe hacerse más profundamente: si la religión es necesaria e indispensable, o si está demás y es contraproducente. No me refiero solamente a la religión judía sino al concepto de religión en general.

Definición

La palabra 'religión' es de origen latino. Y quiere decir que agrupa, reúne, trasmite el concepto de un credo o un rito o un culto que realiza el hombre a un poder supremo o a D"s. Toda actitud, rito, veneración es considerado religión.
Esta característica del hombre es natural, existe desde los tiempos más remotos. Es como que el hombre en su interior tenía la necesidad de conectarse con algún ser supremo, con algún poder. Con algún poder omnipotente que lo sobrepasa.
Los analistas históricos han descubierto que hay varios tipos de religiones.

Si tenemos que dividirlos en grupos, vamos a dividirlos así: se encuentran las religiones primitivas y las religiones superiores. Dentro de las superiores tenemos que subdividir entre los politeístas, los panteístas, los deidistas y los monoteístas. Y con esto vamos ubicando todas las religiones que existieron y que existen en la Tierra.

Religiones primitivas

Las religiones primitivas surgieron a partir de la necesidad del hombre de explicar ciertos fenómenos de la naturaleza, a los que sus conocimientos no le encontraban razón.

Por ejemplo, en la remota antigüedad cuando la gente veía llover, o escuchaba tronar o sucedía un terremoto, no tenía ninguna explicación lógica para darse sobre dichos acontecimientos. No había razonamiento alguno para explicar lo que estaba ocurriendo. Ahí surgió entonces la idea del hombre en creer que hay un ser o un poder supremo. Empezaron así a surgir todo tipo de ritos, que se consideraban útiles como para calmar la furia de aquellos poderes supremos. Y evitar que ataquen o perjudiquen al hombre.

Es así que empezaron a surgir ciertos ritos, sacrificios y ofrendas; incluso ofrendas de seres humanos. Con las religiones primitivas estamos en los primeros pasos del hombre en su creencia en un poder supremo. Al que debía rendir un culto y un servicio.

Se creía en un árbol o en la materia, en cualquier elemento orgánico; o bien se creía en el sol, la luna, las estrellas. No se creía en un D"s sino en una especie de poder supremo. No existía todavía la concepción de un D"s. Las religiones primitivas casi no existen hoy día, aunque sí podemos hallarlas en algunas regiones del Africa.

El politeísmo

Después de muchos años, cuando el hombre comenzó a comprender mejor los sucesos de la naturaleza ya no tenía necesidad de brindar una explicación esotérica respecto a todo lo que ocurría. Entonces empezaron a surgir las religiones politeístas.

Los más famosos entre los pueblos politeístas eran los romanos y los griegos. Politeísta significa que creen en muchos dioses. Es decir, que subdividieron las explicaciones; lo que demuestra en el hombre una selección. Era ya una época de mayor inteligencia del hombre, respecto de la época de las religiones primitivas.

Los hombres podían entonces seleccionar y dividir en ciertas áreas el cúmulo de fenómenos de la naturaleza que padecían. Y le adjudicaban un poder a cada área. O sea que tenían un entendimiento de que cada área está aislada de la otra. Y que en cada área existe un poder. Empezaron estos pueblos politeístas -los griegos fueron los primeros-, a utilizar la palabra D"s. Por ejemplo, Aristóteles que era un filósofo y no era muy religioso, cuando nombra el poder supremo, utiliza en muchas oportunidades en sus textos, el vocablo D"s.

Aún hoy existen en el mundo religiones politeístas. Un ejemplo de esto, lo constituye la religión hindú, que se practica en la India (sus fieles son, numéricamente, muchos más que los judíos, en el mundo). Ellos creen en muchos dioses.

Panteístas

La segunda clase de estas religiones superiores, son los panteístas. Se calcula que sus seguidores constituyen la mayoría de los habitantes del mundo. Por ejemplo, la religión o la filosofía de Buda está basada en un concepto panteísta. El concepto panteísta, que también es una religión, enseña que el D"s es todo y que todo es D"s. O sea que no hay una diferenciación, como en el resto de las religiones, entre un Creador y un creado. Sino que todo es el Creador; para ellos, nosotros somos D"s, las sillas, las paredes, los árboles absolutamente todo es D"s. Según los panteístas somos un reflejo de la grandeza y la inmensidad de D"s, una forma de diversificarse.

En la China esta filosofía o religión tiene cientos de millones de adeptos.


Deístas

Los deístas rinden culto a D"s y lo consideran un ser supremo; tan supremo que el hombre no tiene posibilidad de comprenderlo, está muy alejado de él. Plantean que por más que tratemos de comprender a la divinidad no vamos a poder lograrlo. Esa es la filosofía deísta.

Y por consiguiente ellos dicen que el hombre puede comprender a D"s únicamente a través de lo que su razón le indica. Por eso se llama también Filosofía de la Razón. Para ellos podemos comprender a D"s parcialmente, con nuestra razón y en nuestro nivel. Pero nunca vamos a poder comprender su grandeza en todo el esplendor.

Monoteístas

Aquí aparecemos nosotros, los judíos. Después de muchos años de historia surge el monoteísmo, o sea, la creencia en un D"s único.

Las religiones monoteístas son, principalmente tres. Por orden cronológico de aparición: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Se las conoce también como religiones judeo-cristianas. Porque tanto el cristianismo como el islam se basan, en sus pensamientos básicos y en toda su filosofía y su teología, en la religión judía.

Estas religiones judeo-cristianas empiezan a traer una novedad al mundo: sostienen que hay un Creador y un creado. Afirman que hay sólo hay un Creador, que el hombre puede comprenderlo y puede acercarse hacia él.

Aquí ya puede haber un contacto entre D"s y los creados; cosa que no existe, por ejemplo, en la religión panteísta. Porque el panteísmo sostiene que todos somos D"s, que D"s es todo. Nada más que se pone de manifiesto a través de otros elementos, por lo que no hay una comunicación dado que todo es D"s.

A su vez, según los deístas, Dios está lejos del hombre, por lo que tampoco en este caso se puede tener comunicación con él.

En cambio, según las religiones monoteístas el Ser Divino está bien identificado. Y el hombre puede acceder a él, comprenderlo, honrarlo, servirlo y adorarlo. Hay comunicación entre el Ser Divino y sus criaturas.


El paganismo de hoy en día

Así nacieron entonces las religiones que creen en un solo D"s, un solo Creador; para las que no hay otro poder absoluto.

Es interesante reflexionar que aunque hayan desaparecido las religiones primitivas que creían en ciertos poderes y no en un D"s, hoy en día muchos de nosotros, sin darnos cuenta, somos también religiosos primitivos. Al respecto, hay un versículo muy interesante de la Torá, que dice: 'No adorarás dioses de oro y plata'. Y sobre esto, nuestros sabios -de bendita memoria- tienen su explicación. Nos dicen los exégetas qué significan de 'oro y plata'. Porqué justamente la Biblia eligió estos dos elementos -el oro y la plata- para decirnos 'no adorarás dioses'. De ahí aprende la jurisprudencia judía lo que es 'agudat zará', o sea, el concepto de idolatría o paganismo que está prohibido por las religiones monoteístas como en el caso del judaísmo.

No sólo prohíbe creer o tener fe en otros dioses distintos al D"s Creador, único, omnipresente y omnipotente, sino que también cuando uno cree en cualquier elemento, en cualquier concepto, en cualquier objeto en el cual deposita su confianza, también está cometiendo paganismo o idolatría. Por lo tanto, practica una religión primitiva.

Por eso prohíbe 'oro y plata', porque por lo general muchas personas confían a veces en el oro y en la plata. Es decir, en el dinero, en el poder, en los contactos y en las relaciones, en tener amigos poderosos en la policía o el gobierno o el amigo juez. Y depositamos nuestra confianza en esas personas. Eso también es una especie de idolatría o paganismo. Por lo que en definitiva en estos casos, tan comunes hoy en día, no estamos haciendo más que lo que hacían los hombres primitivos, cuando confiaban en ciertos objetos materiales que no son el poder supremo.

Mediadores del cielo

En la concepción judía, la Guemará dice: 'muchos mediadores tiene el cielo'. Para la teología y la cultura judías, D"s es el único que puede proporcionarnos ayuda. Los jueces, la policía, los amigos, los contactos, el dinero, el oro, la plata pueden ser medios enviados por D"s. Pero ellos no tienen nunca el poder. Y cuando nosotros sí depositamos en ellos nuestra confianza, estamos cometiendo paganismo, estamos practicando religión primitiva; ni siquiera estamos practicando ni el panteísmo ni el deísmo, ya que los que estudian Teología Judía van a ver que en los mismos filósofos judíos hay ciertos conceptos panteístas o deístas, pero no exactamente como los plantean las religiones hindú o budista.

El mapa religioso

He visto un mapa del mundo muy interesante, coloreada cada región del mundo de acuerdo a la religión que en ella se practica. Es interesante ver la proporción numérica de judíos respecto a la de las otras religiones. Dado que es numéricamente pequeñísima. Budistas, hindúes, cristianos y musulmanes tienen un número muchísimo más grande de adeptos. Incluso muchas religiones que practicamente no las conocemos, tienen más fieles que los judíos. Sin embargo, cuando se habla de las grandes religiones monoteístas, la religión judía aparece siempre en primerísimo término.


¿ Positiva o perjudicial ?

El tema de la ocasión es si es o necesario que el hombre tenga una religión. Y, asimismo, se desprende aquí una segunda cuestión. Si es positiva o perjudicial para la sociedad tener una religión.

La comunicación con un ser supremo, la creencia en un ser supremo que es un juez, que es un rey que debemos adorar, tenerle devoción y rendirle culto. ¿Es eso necesario -¿o no?- eso para la humanidad? ¿Es positiva o perjudicial la religión? Es una pregunta que me hice durante muchos años. ¿Por qué el hombre necesita una religión? Si realmente la necesita. Esa es la pregunta de hoy.


Dos preguntas

Tenemos entonces, dos preguntas: La primera, es si la religión es o no necesaria.

La segunda pregunta, es si la religión divide o une a los hombres. Porque hoy aparentemente muchos piensan que divide y separa a los hombres; que crea brechas entre un pueblo y otro, entre una familia y otra.

Ingresemos entonces a la primera pregunta, si es o necesaria la religión. Hablamos de la religión en general, no sólo de la religión judía. Veamos en qué nos ayuda la religión.


Ante las respuestas del público: De lo que afirman, podemos decir que la necesidad de la religión, según ustedes, sería como consecuencia de la importancia de aferrarse a algo en algún momento de crisis, de angustia, desesperación. O sea, que la necesidad del hombre de tener una religión es en el Occidente, una necesidad social.

Ante esto, podemos plantearnos que esta necesidad de agruparnos bien podría ser en virtud de otros elementos. Por ejemplo, folklóricos, vestimentas, costumbres, etc. para darnos una identidad.


Público: El hombre inventó la religión porque necesita creer en algo.


Los valores

Rab. Isaac A. Sacca: Bien, pensemos en principio que, por ejemplo, la religión tiene un sentido cuando viene a organizar a los seres humanos, cuando viene a imponer ciertas normas de ética, de moral, de convivencia. Entonces le encuentro, a partir de este punto, un sentido a la religión. Porque viene a ordenar la sociedad, viene a poner bien en claro los derechos y las obligaciones de cada uno de los miembros de cada sociedad, o de los ciudadanos que integran cada país, y el mundo entero.

Pero si analizamos esto un poco más detenidamente, aparentemente se puede obviar el tema de la religión cuando queremos organizar una sociedad. Porque podemos basarnos en ciertos valores universales, sobre los cuales todos estamos de acuerdo y en base a ellos podemos también crear una sociedad civilizada, ordenada, pacífica. Y mutuamente respetuosa entre sus miembros. Entonces nos surge otra gran pregunta: ¿para qué es necesaria la religión cuando tenemos los hombres valores en común con los cuales todos estamos de acuerdo?

Por ejemplo, quién no está de acuerdo entre todos los seres humanos de que robar es algo incorrecto. ¿Hace falta tener religión para eso?

Quién no está de acuerdo, entre todos los seres humanos; y cuando hablamos de seres humanos hablamos también incluso de aquellos que nosotros consideramos pecadores, o malvados, o corruptos.

Los pecadores tenían antes otra definición; hoy se los llama corruptos.

También esas personas tienen los mismos valores que nosotros. Ellos consideran que es ético no robar. Todos tenemos un concepto muy valioso sobre la vida del ser humano. Todos tenemos también un concepto o valor ecológico: comprendemos que debemos cuidar el universo, cuidar el mundo, protegerlo.

La paz, la privacidad de cada hombre, la democracia son valores que son universales. Son aceptados por todos.

Entonces llegamos a la conclusión de que existen valores, criterios y pensamientos que son comunes a todos los hombres de las más diversas latitudes geográficas y de diferentes religiones.

Inclusive leemos en reportajes a terroristas palestinos que también ellos hablan de lo mismo: dicen estar en contra del robo, a favor de la paz y de la democracia. Entonces ... si el hombre existe con ciertos valores natos de ética y de moral, por qué es necesaria la religión.


Público: Lo que plantean algunos de los asistentes es que los valores solos no le alcanzan al hombre porque no son suficientes para brindarle un sentido de pertenencia. El fanatismo extremista, por supuesto, que dividen, pero eso sería la segunda parte de la pregunta.


Los desacuerdos sobre Robin Hood

Rab. Isaac A. Sacca: De todos modos, es necesario alguien que regule esos valores. Obviamente, es necesario que el mundo tenga un ser supremo. Es lógico y es razonable. Les explicaré porqué. Yo les mencioné que los palestinos hablaban de paz, de democracia, del valor de la vida y de no robar. De lo mismo hablan los comunistas y los capitalistas, los izquierdistas y los derechistas.


Otro tanto sucede con los partidos políticos mayoritarios de la Argentina: la Alianza y los justicialistas, etc.

Nos dicen que van a mejorar la situación social y van a darle a los que más necesitan, que nos brindarán más posibilidades, que van a combatir el desempleo. En muchos aspectos, los radicales, el Frepaso y los justicialistas, dicen lo mismo. Entonces, qué estamos discutiendo, porqué hay dos partidos políticos. Si todos los hombres del mundo tenemos los mismos valores y bregamos por los mismos objetivos, entonces porqué nos peleamos.

Porqué a lo largo de la historia, constantemente hubo guerras. Que devastaron y destruyeron en el mundo. Hasta hoy en día hay guerras, no hace falta ser palestino y árabe para pelearse. A veces dos seres humanos por una herencia también se pueden pelear. O por una alhaja que les dejó la madre en herecia, o por una palabra que le dijo la cuñada, o porque alguien miró a su novia. Y por esas tonterías nos peleamos y nos quitamos el saludo.

¿Tenemos todos los mismos valores? -Sí. Pero cuando llegamos a la práctica, a los hechos, parecemos niños que nos sacamos unos a otros los juguetes.

Todos están de acuerdo con el valor de la paz, con combatir el desempleo. Pero el problema existe y aparece la necesidad del ser supremo, la necesidad de la religión.

Es útil, por ejemplo, ir a la historia de Robin Hood para ilustrar este punto. Si preguntamos a distintos grupos de niños quién era Robin Hood, algunos dicen que se dedicaba a robar y otros dicen que se dedicaba a ayudar a los pobres. Entonces uno se pregunta si hay o no una diferencia entre robar y ayudar a los pobres. Hay una enorme diferencia. Ayudar a los pobres es una mitzvá, es una buena acción, es una actitud solidaria.

Y robar es un delito; considerado universalmente como un delito. Y sin embargo, cuando uno le pregunta a alguien qué hacía Robin Hood obtiene ambas respuestas. Ahí está la duda.

Lo mismo si interrogamos a capitalistas y comunistas. Los capitalistas dicen que gracias a la ideología comunista se ha otorgado derecho civil al robo, dado que se le quita el producto al legítimo dueño para repartirlo entre los asalariados. En cambio, para los comunistas el producto de una empresa no es propiedad del dueño sino de los trabajadores que lo han gestado. Y denuncian a los patrones como ladrones. Es decir, que lo que es un derecho para un comunista, para el capitalista significa robar. Y viceversa.

Así, todos están de acuerdo que robar es un delito. Pero el problema surge cuando debemos definir qué es robar. Y qué es ayudar a los pobres, como en el ejemplo de Robin Hood.


El valor de la vida

Todos estamos de acuerdo con el concepto de valor de la vida. Vemos, por ejemplo, el caso de transplante de órganos, sobre el que me he referido en distintas ocasiones.

Por este tema me he entrevistado con personas especializadas, por ejemplo, el director del Incucai. Cuando hablábamos de trasplante de órganos, él apoyaba y fomentaba la realización de los transplantes de corazón, porque eso es salvar una vida.

Sin embargo, a cualquier rabino que le preguntemos nos va a decir, basándose en el mismo valor que tiene el citado director, el de salvar una vida, que está prohibido hacer el transplante. Porque al hacerlo se le está quitando la vida a otra persona. Ya que para poder realizar un transplante cardíaco con éxito, hace falta que el donante esté semi-muerto, pero está aún vivo. Respira y el corazón le late, simplemente el requisito es que tenga una muerte cercana.


Así vemos que, todos estamos de acuerdo en el valor de la vida. Pero ... qué es la muerte, y qué es la vida. Así en todos los ámbitos.


Valores e intereses

Por ejemplo, lo mismo respecto de la democracia. Qué sucede si un legislador solicita al Congreso que se le permita a un grupo neonazi publicar libros antijudíos. Publicaciones que fomentan el odio a los judíos. ¿No estamos de acuerdo con la libertad de prensa dentro de la democracia? Algunos dicen 'no', 'en este caso no porque atenta contra la democracia'.

Entonces lo que debemos saber es que hay valores que están encima de otros. Quién es el hombre qué decide, o que tiene el poder o la sapiencia, para decidir cuál es el valor que debe sobreponerse sobre el otro.

Siempre cada uno va a elegir por sus propios intereses. Veamos un ejemplo que puede sucederle a cualquiera de nosotros. Un señor sale de su casa a la mañana, se dirige a su empleo. Y advierte entonces una señora anciana que tuvo un pequeño percance -para no complicar el ejemplo con una situación de urgencia-: está juntando los tomates que se cayeron de su bolsa. Nuestro individuo ve la escena desde su auto, mira su reloj, comprende que si desciende y ayuda a la mujer llegará tarde al trabajo. Ahí se presentan dos valores. De un lado, la ayuda al prójimo y por otro lado cumplir con el trabajo.

Además si el hombre cobra un sueldo por trabajar, defraudar la confianza de sus patrones es también un delito -tanto para para la religión judía como puede serlo también para la legislación civil.

Entonces este hombre tiene dos valores, que por un instante entran en colisión. O es honesto con su patrón y llega a horario al trabajo. O ayuda a la viejita a juntar los tomates. ¿Qué hace?

Muchas veces esto resuelve de acuerdo con el estado de ánimo del momento; depende incluso de cómo nos sintamos. Si tenemos muchas ganas de ir a trabajar, porque nos está esperando la secretaria, los compañeros, dado que nos gusta charlar con ellos y pasamos buenos ratos, entonces se decide cumplir con el horario de trabajo. Si en cambio, en la oficina estoy rodeado de gente con la que estamos a disgusto, hacemos tareas que no nos entusiasman o el patrón nos nos trata como lo merecemos, entonces decidimos que primero hay que ayudar al prójimo.

Por lo tanto, esta situación es un claro ejemplo de la conforntación de valores. Y vemos que generalmente lo que nos hace decidir qué valor está por encima de los otros, no es sino el interés personal. Este interés de uno mismo es el que lleva a que el mundo esté hoy en día como está.

O sea, todos tenemos los mismos valores: todos apoyamos la paz, la democracia, la unión familiar, la educación de los hijos. El problema se presenta en que no nos dimos cuenta que vivimos bajo una constante contradicción de valores. Todos los días y en todo momento el hombre se enfrenta a una constante contradicción de valores. ¿Qué hago?, se pregunta. Y generalmente se decide cada uno a cuidar sus intereses personales. Así, cada grupo cuida sus intereses políticos, cada partido cuida su conveniencia. Así nos va, así estamos.


La enseñanza del Talmud

De ahí la necesidad que tiene que haber en el mundo -no sólo en la religión judía- gente que indique cuál es el camino que debemos tomar. Todos estamos de acuerdo, pero esto es lo que se debe hacer ahora. Ahora sí, adentrándonos en la religión judía, tenemos el Talmud. Que es un compendio de las superiores academias talmúdicas de Babilonia. Y en él encontramos sesenta tomos de jurisprudencia.

En esas grandes academias talmúdicas de Babilonia, la ley judía era oral. Además de la ley escrita que entregó D"s a Moisés, paralelamente estaba la ley oral, que se transmitía de generación en generación. Llegó un momento en que peligraba la continuidad de la transmisión oral, porque no se podía escribir. Entonces se decidió comenzar a escribirla. Ciertos escribas empezaron a escribir las conversaciones que tenían los rabinos. Nuestro judaísmo está basado, prácticamente más en el Talmud que en la Torá. El Talmud tiene tanta santidad como los cinco libros de Moisés. Las leyes del Talmud son por todos conocidas.

El problema de los rabinos de Babilonia era qué hacer cuando las leyes se confrontan. Como en el caso del ejemplo que dimos más arriba, es decir, cuando por un lado tenemos que cumplir con el amor al prójimo, y por el otro lado, tenemos que cumplir con nuestro horario de trabajo. O cuando por un lado se presenta un problema de salud, como salvar la vida de un hombre que está enfermo del corazón con un transplante; y por otro lado, está el asesinato del donante. Así, por un lado estaba el shabat que no se puede profanar y por el otro lado estaba la vida cotidiana del hombre. Estos son los temas específicos y prácticos que trata y resuelve el Talmud.

La ley oral, que es la ley de Dios, viene a definir cómo debemos actuar en los momentos en que se presentan caminos contradictorios. Nos dice qué debemos decidir para no decidir por nuestro propio interés.

Entonces encontré -inspirado por la religión judía- que sí es necesario que haya religión. El mundo necesita una religión. El mundo necesita un ser supremo que guíe las cosas y que nos diga cómo debemos actuar.

El problema es que la situación no es siempre la ideal. Si existiría una religión universal a la cual todos escuchamos, no estaríamos en una situación de guerra, de peligro de atentados, de humillaciones, de holocaustos como los que hemos vivido, en todos los años de historia. Por lo tanto, considero que la creencia y la fe en un ser supremo que rige el mundo es necesaria e imprescindible para el buen funcionamiento de una sociedad.

La sociedad no funciona bien porque no se ponen de acuerdo en cuál es el valor que debe predominar. Incluso muchas veces hay un engaño de los valores, dado que con un discurso retórico e interesante se trata de convocar al público para confrontarse con el otro grupo.


Diálogo con el público (responde a Natalia).

Lo que vos querés decir es: el hombre se tienta y no actúa acorde con los valores que tiene. Robar es un delito, ¿pensás que hay alguien que diga que robar está bien?

El problema es a qué se llama robar. Todos estamos de acuerdo con lo mismo. Nadie en el universo puede pensar que robar sea correcto.

Un jefe mafioso de los Estados Unidos. cuando estaban por atraparlo, escribió una carta que los medios hicieron pública. Y en la carta escribió: 'He actuado siempre basándome en mis valores de ética y moral. He actuado para defenderme de la sociedad que me acosaba, me robaba, me usurpaba'. El, el jefe de la mafia de los Estados Unidos tenía esos valores. El problema es, entonces, qué es robar. No hay ninguna persona que considere que robar sea bueno; que lo haga, es otra cosa.


El primer judío

El Talmud dice que Abraham Avinu -el patriarca Abraham-, fue el primer judío de la tierra, pero él nunca recibió la revelación de D"s. ¿Cómo es que se hizo judío? Por su propio análisis filosófico. Y no solamente reconoció la existencia de D"s, sino también pudo comprender cuáles son las normas y las leyes que el hombre debe seguir.

Todos tenían los mismos valores, incluso en esa época, pero él llegó a través de su análisis y de su comprensión a poder entender la verdad del camino a elegir cuando se confrontan dos valores o dos criterios. O sea que llegó a conocer la ley revelada por D"s, más adelante, al Pueblo Judío, por su propia iniciativa. Y eso la Torá lo considera como el superior desafío del hombre, que es el de tratar de comprender nosotros mismos por nuestra iniciativa lo que está escrito en la Torá, lo que está escrito en la Ley.

Pero no todo el mundo tenía en ese momento, ni hoy en día, la capacidad de Abraham Avinu. Se trata de tener una capacidad o la elevación espiritual necesarias para poder llegar a comprender. Son personas especiales, únicas. Puede ser que hoy en día haya también gente de ese tipo, pero mientras tanto el mundo tiene que saber qué hacer. Y no todos tenemos esa capacidad para definir qué hacer.

Ahí está la necesidad de la religión. La religión le habla a todo el mundo, no solamente a los sabios, a los filósofos o a los teólogos. El objetivo del hombre es tratar de comprender con su propio razonamiento que las leyes que D"s ha revelado son las leyes correctas. Y no dejarse llevar por su interés personal.


Las respuestas de hoy

Llegamos así a la conclusión de que la religión es necesaria. Pero aparecen ciertos problemas: Un problema que se puede llegar a plantear, por ejemplo, es que una religión de 500, 1000 ó 2000 años de antigüedad, dudosamente pueda dar respuestas al siglo veintiuno.

La religión es necesaria, pero ahora ¿ está satisfaciendo las necesidades de la Humanidad ? ¿ O no ? Hoy hay muchas religiones en las que sus fieles y feligreses no han sabido encontrar el mensaje que tiene su religión para su época. Y se quedan con los textos y los conceptos antiguos. Y no saben que los mismos maestros de esa religión, hace centenares de años han transmitido con sus palabras, de su época. Y nosotros tenemos que saber comprender esto para transmitir la misma esencia, pero con el vocabulario de nuestra época. Pero a veces ocurre en el ser humano que no comprende bien el mensaje que ha recibido.


Religiones reveladas

Llegamos a la conclusión de que la religión es necesaria. Pero nos referimos sólo a la religión monoteísta. Porque las religiones primitivas y las politeístas son el producto del interés personal del hombre. Las inventó el hombre.

Mientras que en las monoteístas hubo una revelación de Dios al hombre. Para transmitirle un concepto, una enseñanza, un estilo de vida. En cambio, las religiones que están basadas en la propia iniciativa del hombre, ni son necesarias ni son beneficiosas para la sociedad. Porque han sido generads en grupos minúsculos y, en vez de crear D"s al hombre a su imagen y semejanza, en aquellos casos el hombre creó a D"s a su imagen y semejanza. O sea que cada uno hizo el D"s que quiso.

O sea que cuando hablamos de que la religión es necesaria, estamos refiriéndonos a aquella religión que ha sido revelada manifiestamente, sin duda, de D"s hacia el hombre. O sea que vino el mismo Creador, vino el mismo Poder Supremo y nos mostró a nosotros cuál es el camino a elegir cuando se presenta el conflicto de esos valores.

El panteísmo o el deísmo -como las religiones primitivas- son filosofías que que parten del hombre mismo; pero cuando hablamos de religiones que son reveladas por D"s -como en el caso del Judaísmo-, es el mismo D"s quien nos formula el camino a seguir. Aunque nosotros no tenemos todavía la capacidad de comprenderlo. Pero sí tenemos una forma de discernir, como los sabios del Talmud lo hacían. Ellos trataban de buscar la verdad, trataban de buscar el camino correcto para conducirse.


El Judaísmo

Hay una diferencia muy grande entre la religión judía y el resto de las religiones. Haciendo un análisis objetivo, vemos que, cuando hablamos de religión en general, se trata de un credo que convoca a los hombres a rendir culto y devoción a un ser supremo. O sea que en el centro de la religión se halla siempre el ser supremo. Para él y por él debemos dirigir todas nuestras acciones. Y el hombre prácticamente no tiene ningún protagonismo, ningún beneficio de todo lo que son ese rito y ese culto. Los ritos y los cultos son todos dirigidospara beneficio de ese ser supremo, de ese D"s.

Pero aquí hay que señalar una diferencia muy grande entre la religión judía y las demás, incluso las restantes monoteístas. El judaísmo no es sólo una religión -ésa es una frecuente equivocación. El judaísmo es una forma de vida, un estilo de vivir; es una forma de pensar, de hablar, de relacionarnos con los semejantes. No es solamente la religión judía, ni radica toda su atención en D"s. En la religión judía, D"s ocupa el papel de benefactor del pueblo. Pero la religión está dada para el pueblo y por el pueblo. Para beneficio único del pueblo.

No existe ningún rito, ningún culto, no hay ninguna ofrenda que nosotros hagamos para D"s. Todo lo que el judaísmo promueve es para beneficio del Pueblo Judío. O sea que, por ejemplo, dentro del resto de las naciones cuando hablan, lo hacen desde diversos puntos de vista: el punto de vista religioso, el punto de vista científico, el político, el social, el punto de vista económico, etcétera ... Cuando un judío se pregunta por el punto de vista judío, en cambio, no existen aquellos parcelamientos en lo social, lo económico o lo político.


Un estilo de vida

El Judaísmo es entonces un estilo de vida que brinda respuestas a todos los ámbitos de la existencia del hombre. Pero eso en otras religiones, en las que se trata únicamente de rendirle un culto a un D"s, el hombre es para ellas un mero accidente dentro de la creación, que ha sido concebido sólo para el honor divino.

En cambio, en la religión judía -sin decir que sea mejor o peor- no acontece lo mismo. Ya que al transmitirnos D"s un mensaje de vida total y absoluto, abarca toda nuestra existencia. Y cuando queremos indagar sobre algún concepto que nos atañe en nuestra vida cotidiana, encontraremos respuestas también en el Judaísmo. No hay que llamarlo 'religión judía', sino 'Judaísmo'.

Cuando, por ejemplo, se debate en Israel si hay que hacer o no la guerra contra los palestinos ... la respuesta no está únicamente en los políticos, que pueden sí aportar datos técnicos. Pero dentro de esa revelación divina de D"s al Pueblo Judío también encontramos una respuesta a este asunto. Porque la religión nuestra, la mal llamada 'religión', no viene solamente a enseñarnos cómo se rinde el culto al ser supremo, sino que viene a indicarnos cuál es el camino al que debemos optar en todos nuestros ámbitos. Es para el hombre, es para beneficio de él. Y ésa es la característica especial de nuestra religión.
No podemos despegarnos de la palabra 'religión' y sabemos que nos encontramos frente a un problema de semántica. Pero no hay tal separación. El judaísmo es un estilo de vida. La religión judía es una parte de él.

Lo que debemos saber, es que ese estilo de vida que llamamos judaísmo es el que nos da las respuestas en todos los aspectos.

Y esto lo debemos tener en cuenta cuando hablamos de la religión judía. Y cuando nos preguntamos si es necesaria o no, o cuando nos preguntamos si separa o divide a los hombres.


Reglamentación de valores

Participa el público (El Rab responde a una pregunta de Gisela).

El concepto de 'vientre judío' no tiene porqué tener ninguna relación con el concepto de religión, de acuerdo a lo expresado anteriormente. El concepto de 'vientre judío' implica una forma de vida y una filosofía que está muy bien reglamentada. Justamente, el Judaísmo viene a definir y a reglamentar los valores que nosotros teníamos. Porque es muy lindo decir 'yo creo en la democracia, creo en la paz, creo en la unión, creo en la familia'. Lo que viene a hacer el judaísmo -más que darnos valores-, es enseñarnos cómo se concretan esos valores, cómo se llevan a cabo, cómo se reglamentan, metódica y detalladamente. Eso es lo que es el judaísmo. Es una filosofía, una forma de vida pero tiene también su parte práctica. Y todas las normas prácticas tienen un fundamento espiritual, un fundamento místico y un fundamento racional.

En muchos de los preceptos del Judaísmo, encontramos que la raíz es racional. Por ejemplo: no robar, no matar, respetar a los padres. En otros tipos de preceptos, en cambio, no encontraremos una respuesta racional. Pero existe una respuesta mística y espiritual que también es posible alcanzar a comprender minímamente.

Así, en el tema de los valores, por ejemplo: quien vive como un judío, es judío. Pero ... ¿cuáles son los requisitos esenciales? Como es una forma de vida, nos viene a detallar cómo se viene a organizar. Y una de las condiciones esenciales para vivir como un judío, es nacer de vientre judío.

En el caso en que uno no nació de vientre judío y desea vivir como un judío también tiene la posibilidad dentro del judaísmo. Y por eso es una forma de vida, que está abierta a todos los seres humanos. Se puede convertir y vivir realmente como un judío, tal como lo indica el Judaísmo. Y no meramente como esa persona pueda pretender que el Judaísmo sea.


Participa el público (el Rab responde a Eduardo)

La religión judía es una forma de vida, un estilo de vida. Y no se trata de simplemente de honrar con devoción a un D"s. En cuanto a la pregunta acerca de aquellos judíos que en la vida no cumplen con los preceptos, vale recordar que estamos hablando del judaísmo y no de los judíos. Y en esos casos particulares, estamos frente a un ejemplo análogo al de aquel que se recibió de médico pero no ejerce la medicina. Igualmente es médico. Lo mismo para los judíos que no practican el judaísmo. Salvando la distancia con el ejemplo, dado que nadie tiene que recibirse de judío.


Respuesta a otra pregunta:

El problema es ése: cuando el hombre pretende reglamentar los valores, siempre tienen una gran preponderancia en la decisión, los intereses personales de cada uno. Entonces cada uno va a definir la reglamentación de los valores según sus deseos y criterios personales. De ahí la necesidad del ser supremo. Por eso cuando hablaba de la religión en general, dije que todas son necesarias.

Pero por sobre todo, la religión judía, que nos viene a marcar un estilo de vida en general, para ser más que una religión.


Los Corbanot

El que leyó la Torá -allí donde se refiere a los Corbanot- sabe que el Judaísmo habla mucho de las ofrendas y de los sacrificios. Aquí sí hay un sentido de de regalar y de adorar a un ser supremo como para calmar su furia. Entonces, ¿existe también ese concepto en el judaísmo? ¿Es D"s el centro del judaísmo? o ¿es el hombre el centro del judaísmo?.

Los Corbanot tienen un sentido didáctico para el ser humano. El tema de los sacrificios era cuando existía el templo únicamente, tiempo en que éramos también judíos. Y manteníamos también el estilo de vida.

Pero el judaísmo tiene como eje central al ser humano: su beneficio, su desarrollo, su progreso, su felicidad, su éxito. Entonces, los sabios formulan esta pregunta: ¿qué sentido le puede dar al hombre, ofrendarle un regalo a D"s? Ellos explican que el sentido del sacrificio viene a darle un mensaje moral al ser humano.


Reflexionar sobre el pecado

En estos sacrificios, sucedía que, cuando el hombre iba al templo, veía cómo se tomaba un animal -por ejemplo, una vaca- al que se degollaba delante de él, le quitaban el cuero, lo descuartizaban, cortaban y quemaban. De ese animal, pronto quedaban únicamente cenizas.

Esto obligaba al hombre que venía al templo y observaba todo este rito, a hacer una introspección y una reflexión personal. El se preguntaba ... porque iba uno a dar el sacrificio al templo ... porque pecaba. D"s le quiere venir a eseñar que pecaba, se corrompía, se degeneraba, faltaba el respeto, robaba. O sea que caía en la tentación, en la tentación de la carne, en la tentación material.

Cuando uno peca, cuando uno se corrompe, cuando uno actúa mal, qué es lo que está haciendo, en definitiva. Está dándole preponderancia a los valores materiales por sobre los valores morales y espirituales; eso es lo que hacemos cuando pecamos. Cuando pecamos sobrevaluamos el concepto de la materia, que es importante pero no tanto como para poder hacer pecar al hombre, no tanto como para robar, no tanto como para poder cometer un asesinato.

Entonces, el hombre que pecó tenía una confusión dentro de él. Creía que la materia primaba por sobre el orden espiritual. Cuando iba al templo y veía ese rito -como lo llaman algunos- del sacrificio del animal, entonces qué veía, cuál era el mensaje que recibía. Que la materia que está observando, que antes era, por ejemplo, una vaca y que mugía, caminaba, comía, engendraba, vivía, latía su corazón, era un animal caliente ... de repente, de eso quedó nada más que cenizas. Entonces el hombre comienza a reflexionar qué es la carne, qué es la materia, qué queda de ello. Y que son mucho más importantes los valores espirituales que los valores materiales.

O sea que lo que mucha gente piensa, y éste es un ejemplo que les quiero dar, que el judaísmo tiene como centro de atención únicamente a D"s está basado en unos prejuicios.

Hay muchos prejuicios sobre el judaísmo. Conversando con mucha gente, he escuchado que sostienen que el judaísmo no tiene mucho en cuenta los deseos, anhelos, proyectos de cada uno de nosotros.

Justamente todo lo contrario. El corbán es un ejemplo de que el judaísmo no viene a rendir cultos sino que viene a traernos un beneficio a nosotros. A enseñarnos y a encaminarnos, ése es el concepto esencial. Antes que una religión es un estilo y una forma de vida que busca el beneficio, el desarrollo, el progreso, la satisfacción, el placer de todos los hombres. Sin hacer diferencia entre judíos y no-judíos.

El proyecto de Dios ha sido materializado en el mensaje que le ha dado al Pueblo Judío, en esos preceptos; y nosotros cuando escuchamos las palabras precepto, ley, Halajá, obligación, mitzvá nos asustan un poco. Como que es todo demasiado codificado. Pero esto viene en realidad a traernos un beneficio, no es que tenemos una obligación para alguien, la obligación es únicamente para nosotros.


El versículo del Profeta Isaías

Dice el profeta Ieshaiau (Isaías) en el Capítulo 1°, Versículo 12, en el que está hablando en nombre de D"s: 'Cuando ustedes vengan a observar mi rostro -dice D"s- ... quién les pidió a ustedes que vengan a habitar en mis patios ... no quiero que vuelvan a traer ofrendas falsas, inciensos abominables ... todas sus ofrendas y sus regalos son por mí despreciados. Sus fiestas y sus mieses fueron despreciadas por mi alma ... fueron para mí desagradables ... y cuando ustedes eleven sus manos hacia mí, cerraré mis ojos y haré como que no los veo. Por más que aumenten en rezos y plegarias, y ritos y ofrendas, no voy a escucharlos a ustedes. ¿Por qué? Porque sus manos están llenas de sangre ... lávense, pulan sus cualidades ... quiten de sus corazones la maldad, el engaño y el interés. Delante de mis ojos, dejen de tocar. Enseñen el bien, busquen la justicia, protejan al huérfano y al desamparado'.

O sea que Ieshaiau está dando acá la esencia de lo que es el judaísmo. Las plegarias, los ritos, las ofrendas no es lo que D" pretende de nosotros. Todos esos ritos o cultos que nosotros practicamos dentro del judaísmo son valiosos sólo cuando comprendemos su esencia. Cuando lo practicamos con un sentido interior.

Pero cuando solamente nos acordamos de venir al templo para las fiestas, cuando sólo esporádicamente realizamos un precepto y venimos al templo a rezarle a D"s y suplicarle por por un buen año nuevo, no es eso lo que se deduce de las enseñanzas del judaísmo.

D"s quiere que nosotros mejoremos. Su mensaje está especificamente dirigido al pueblo judío: 'Mejoren ustedes, cuando ustedes tienen claros los valores, son buenas personas y se ayudan

entre ustedes; cuando se guían por mis normas, ahí yo estoy feliz y contento'. Cuando nosotros los judíos hemos tergiversado el concepto del judaísmo y lo hemos reducido a la religión judía.

El judaísmo era un judaísmo hasta que vinieron los judíos. Cuando vinieron los judíos lo transformaron en una religión y a ésta la hemos asemejado al resto de las religiones. Entonces empezamos a rendir culto y a pedir y orar. Esto último está está bien sólo cuando va acompañado de la verdadera vivencia del judaísmo, que no abarca únicamente el contexto de una sinagoga o de una ieshivá. Sino que el judaísmo se vive en todas partes, en la calle, en la casa, en el club, en la escuela, en la universidad. Ahí el judaísmo tiene realmente sentido. Y ahí se puede entender y comprender el beneficio que esto produce.


Pensar nuestras tradiciones

Hemos llegado a la conclusión, en general, que la religión sí es necesaria para el hombre. Porque el hombre hasta ahora no pudo definir los valores. Puede desde ella saber cómo se deben concretar, cómo se deben materializar estos valores. Necesitamos un poder supremo que nos explique, que nos aclare, que nos reglamente esos valores natos que tenemos nosotros dentro de nuestro corazón.

Y nosotros como judíos debemos trataar de comprender un poco más de qué se trata nuestra religión. Nuestra religión no es un rito, no es una imposición, sino que viene a beneficiarnos en nuestras vidas. No tenemos porqué hacer un curso de religiones comparadas, pero pienso que nosotros como judíos tenemos la obligación de pensar un poco más sobre nuestras propias tradiciones. Que tienen muchos beneficios. Si nacimos judíos tenemos la obligación de comprender lo que somos, a qué pertenecemos, cuál es el mensaje que D"s nos ha dado.

Es una misión que no tenemos que dejar pasar. Tenemos que abocarnos mucho a esa tarea, porque lamentablemente existe en la sociedad una visión del judaísmo, que no es correcta.

Y si uno se queda con lo que dicen los diarios y la radio, la televisión y las revistas, o lo que dice el vecino, tendrá una visión muy distorsionada de lo que es el judaísmo.

Cada uno como judío tiene el derecho y la obligación de conocer quién es, de conocer sus tradiciones. Les aseguro que conocer el judaísmo, nada más que conocerlo, les va a proporcionar a ustedes un beneficio enorme. Beneficio que se pondrá de manifiesto en todos los ámbitos de la vida, en lo social, en lo afectivo, en lo económico, en el estudio.

Toda la gente quiere una religión que dé respuestas a los problemas, angustias, depresiones y desilusiones que sufre. Y en el judaísmo van a encontrar justamente estas respuestas. Para ello hay que profundizar e investigar más. Escuchemos, comprendamos, estudiemos el judaísmo. Y van a ver que lo único que nos va a proporcionar, les aseguro, será felicidad y alegría.

El Templo de Jerusalem